
Nombre: Amaya Senosiain
Edad: 25 años
Carrera estudiada: LADE Bilingüe
Idiomas: Inglés , Francés y Alemán
País : Irlanda

''Tenía muy claro que
quería un destino
de habla inglesa''
¿Qué te llevó a estudiar en el extranjero?
Mi carrera obligaba a todos los alumnos a realizar dos estancias en el extranjero durante 3º y 4º, de modo que desde los 18 años sabía que tendría que marcharme fuera un par de veces . Estuve un año en Irlanda y otro en Francia.
¿Por qué Irlanda?
Siempre existen destinos atractivos y al mismo tiempo
solicitados, en mi caso fueron Estados Unidos y Australia
que además exigían un expediente muy alto, así como una
nota de TOEFL elevada.
Yo tenía muy claro que quería ir a un destino de habla de
inglesa para terminar de perfeccionar el idioma y dominar
sus diferentes registros. De modo que terminé
decantándome por Irlanda. Mi estancia durante el
primer semestre de tercero fue en Cork, la segunda
ciudad más grande de Irlanda.
¿Te hacía falta nota media para ir?
Todos teníamos que marcharnos, por lo que no era un requisito, sin embargo, si que servía para elegir destino y universidad. Por otra parte, según la media del TOEFL, ya podías conocer que destinos no eran accesibles. En el caso de que 4 personas eligieran el mismo destino la nota media y el TOEFL si contaban para decidir quien iría.
¿Tuviste dificultades con el cambio? (visado, requisitos, idioma…)
Al principio costaba un poco hacerse al acento de cada profesor, y la verdad hubo uno que hablaba tan rápido y raro que nunca llegué a entenderle al 100% lo que decía. Aunque yo en la Uni daba clases en inglés, el acento varía mucho de EEUU a Irlanda o Inglaterra. Mi oído estaba hecho al acento americano y al principio todo el mundo me parecía que hablaba muy raro. Pero a los días ya te vas haciendo.
Por lo demás, al ser un país europeo no tuve ningún tipo de problema.
¿Cómo te sentiste el primer día?
Durante el viaje estaba muy nerviosa. No terminaba de creerme que fuera a pasar todo un semestre sola en un país extranjero. Tenía un poco de miedo, ya que no sabía si iba a ser capaz de comunicarme. También por los compañeros de residencia y todo lo que puedes imaginar que salga mal, pero después del primer día todo fue genial ¡Luego no quería volver!
¿Te adaptaste bien?
Sí. El día de llegada y algún que otro momento fue duro. Pero enseguida hice amistad con otros Erasmus que a su vez conocían a otros…
Los primeros días, que todavía no había empezado la uni, fueron un poco aburridos, pero a los dos días de empezar las clases, ya me sentía como en casa. Cuando ya te conoces la ciudad, conoces gente, te adaptas al sitio donde estás viviendo, parece que llevas allí toda la vida.
¿Te resultó dura la estancia?
En general no. Exceptuando los primeros días que fueron bastante ajetreados, papeleo para convalidar asignaturas, papeleo para abrir la cuenta del banco, hablar con los profesores de las asignaturas anuales para que te hicieran un trabajo o un examen al terminar el semestre… un auténtico caos. Pero pasados esos días, todo fue sobre ruedas.
Más adelante, durante mi estancia, tuve algún percance, como cuando se inundó la ciudad y tuvimos que estar unos días sin poder usar el agua de la residencia. Comprando botellas de agua, hirviendo agua, buscar a algún amigo que te dejara lavar la ropa y ducharte en su casa. No te das cuenta de que utilizas el agua para cualquier cosa, hasta que tienes un problema como este.
Lo más duro fue cuando me puse enferma, otitis.Fue duro porque estaba yo sola, enferma en mi cuarto. En esos momentos echas de menos a la mami que está al tanto de ti a todas horas.
¿Cómo era el modelo de las clases irlandés?
Las clases de la universidad eran parecidas a las de la UNAV, aunque con bastantes más alumnos por clase, una media de 100 personas mínimo en cada clase. Aunque por otro lado, todas las clases tenían una vez por semana prácticas que se organizaban en grupos reducidos de 10 personas.
¿Y el trato con los profesores?
El trato con los profesores era similar al de aquí. Llegaban, impartían sus clases y si tenías alguna duda preguntabas al final o durante sus horas destinadas a tutorías.
¿Dónde te alojabas?
Vivía en una residencia, pero diferente a las que podemos conocer. En realidad era como si se convirtiera un edificio muy grande en pisos de estudiantes. Yo compartía piso con dos americanas y un italiano y teníamos la cocina-salón y el baño comunes y luego cada uno su habitación.
¿Es cara la vida en el país?
El nivel de vida allá era bastante elevado, los precios en el supermercado eran más altos que los de aquí. Aunque todos los días, durante la última hora de apertura del supermercado, ponían todos los productos que iban a caducarse al día siguiente ¡a mitad de precio! Muchos estudiantes hacían la compra cada día aprovechando estos “chollos”.
Por otro lado, gracias al Penneys (Primark de aquí), tenía la opción de comprar ropa muy variada y barata.
¿Qué diferencias has encontrado?
La verdad que era todo muy parecido a España. La mayor diferencia que encontré fue en la comida. Vas a comprar tomate para echar a los spaguettis y no existía el tomate frito normal, todos venían con especias, o cebolla, o cosas raras… ahí me acostumbré a comer los spaguettis con aceite, queso y sal. Tampoco había verdura o botes de garbanzos o lentejas. Lo más parecido que comí de pescado fueron los palitos de pescado rebozados…
Por otro lado, las tiendas cerraban muy pronto. Para las 17:30 generalmente los establecimientos cerraban (menos el supermercado). Sólo había un día a la semana que abrían hasta las 19:00. Esto era un poco rollo porque si tenías clase antes de las 17:30 no llegabas al centro para ir de compras, y el día que cerraban a las 19:00 era un agobio de gente.
Los irlandeses eran muy majos en general, aunque estaban bastante locos. Nos impactó absolutamente que todos los chicos fueran a la universidad en chándal. Nunca les veías con unos vaqueros o un pantalón que no fuera de chándal. Las chicas por otro lado, cuando salían de fiesta les daba igual el frío que hiciera. Ellas siempre salían con sandalias de tacón, vestido sin medias y una chaqueta fina. Mientras que nosotras siempre con el abrigo más gordo que tuviéramos y una buena bufanda.
¿Qué es lo que más te gustó? ¿Y lo que menos?
Todo me gustó un montón. El encanto de la ciudad, los paisajes tan verdes y maravillosos que encontrabas a cualquier sitio que fueras.
La universidad era enorme y me recordaba a Hogwarts. El edificio central parecía un castillo, por la universidad pasaba el río y había mucha vegetación. La universidad tenía incluso un Starbucks. Además contaba con una enfermería, que desgraciadamente tuve que visitar un par de veces, y también con una sucursal bancaria
Lo peor era el tiempo. Nunca sabías qué tiempo iba a hacer porque podía amanecer el día soleado pero a lo largo del día te podía llover 4 veces. O podía estar lloviendo 10 días seguidos sin saber cuándo pararía…
Y por último, ¿ crees que es cierto que la vida del estudiante es mejor que la del trabajador?
Yo estoy totalmente en desacuerdo. La vida del estudiante es mucho mas agotadora, constantes trabajos en grupo, las prácticas y el mes negro de exámenes sin salir de casa.
Trabajando ganas tu dinero, que yo utilizo para viajar, me he comprado un coche, te compras más ropa… En definitiva, eres más independiente.
Yo llevo trabajando 3 años y no lo cambio por volver a estudiar de nuevo. Aunque de Erasmus he vivido genial y eso sí que lo repetiría.
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